Poemas-Poesías-Pensamientos

Seguidores

sábado, 10 de septiembre de 2011

Soberbia soledad

He andado por aquellos horizontes donde el sol no llega a ocultarse; donde los paisajes no tienen flores y el aire es tan denso que se puede sentir su peso en las espaldas.
He conocido dioses, mujeres y vino que compartí también.
Caminos sin destinos fijos que provocan la sensación de estar caminando en la nada.
Conocí la fuerza de las batallas y la ternura del amor.
Endurecí mi alma, mi espíritu y los sentimientos no fueron parte de mí.
Tomé lo que a mi paso encontré, a veces con desconfianza y otras con la certeza que me serviría de algo, aunque ese algo fuese muy poco.
Recorrí montañas, bosques y praderas en busca de caza para mi alimento.
En mi soledad de cuerpo me hice duro..., tan duro que ni yo podía doblegar mi grandeza.
Tropecé con seres con mi misma convicción y con la palabra y la fuerza que poseía he podido descartarlos, dejando tras de mí solo cadáveres que pretendieron sobrevivir al igual que yo..., pero Dios me ha acompañado en todo tipo de contiendas.
Mi pregunta es...¿Por qué?
Tal vez porque en mi busqueda algún día pueda encontrar el verdadero sendero que me libere de esta prisión personal.
No se puede ser triunfador por siempre..., la derrota tarde o temprano llega y puede tener el sabor amargo de la hiel, y es quizás esa derrota la que logre hacerme arrodillar, doblando entonces mi grandeza.
Tal vez sea una mujer, que con su aparente debilidad logre romper mi corazón lleno de arrogancia.
Tal vez sea Dios, o tal vez sea yo mismo el que entienda que no se puede viajar a la deriva todo el tiempo, toda una vida.
Tal vez sea eso..., u otra cosa...., no lo sé, mi destino está marcado y me es muy difícil luchar contra él.
Me pongo a pensar sobre él ¿por qué? he optado por esta vida...., ¿por qué? he nacido siendo lo que soy.
Será que la dicha alguna vez toque las puertas de mi alma, y pueda entonces lograr poner felicidad en el corazón de alguien...??
Los hombres errantes, por necios, por avaros potentados, por orgullosos, aunque no lo quieran, se parecen en cierta forma, en el fondo sus raíces son iguales. En sí aman lo mismo, con distinto nombre, llámese oro, poder..., pero la ambición del amor es la misma.
En las noches cuando reposo, los sueños saben adueñarse de mí..., he tratado de recordarlos buscando su significado. En ellos tuve mujer e hijos...., no estaba solo y entonces deseo que mi vida siga siendo un sueño.
Yo que he peleado, que he tomado las cosas puras como simples adornos; yo que he podido ver más lejos que nadie en la oscuridad y caminado en tinieblas con la seguridad de un ciego; amante de la soledad y adorador de cualquier queja; yo..., amado por muchos y odiado también..., siento que el cansancio ha tocado mis huesos y ya no quiero estar solo...., hoy quiero dejar de ser un solitario.




                                                                                                                   Osvaldo

No hay comentarios: