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jueves, 22 de agosto de 2013

Hojas de otoño





Enmascarado en su falsa mudez,
el badajo oxidado del tiempo
aturde el paisaje nupcial del ocaso.

Inevitable es el llanto del otoño
que ve, 
como en su último peregrinar,
las hojas relajan las tensiones,
sabedoras ya,
de la proximidad de la muerte.

Y todo prosigue en un goteo constante.
Una clepsidra de recuerdos,
que acompaña la coreografía de cada hoja
en su postrera danza.

Y el sol que cae como plomo
agrietando el horizonte.
Y nuestra luna que aún no sale,
cautiva tal vez, 
en el cubil de las sombras.

¡Pálida ha de ser la estrella
que me acompañe esta noche!

¡Ay amor!

¿Es que todos mis otoños han de ser así?
¿Es que mis nostalgias
jamás se vestirán de primaveras?

Si tan sólo pudiera alcanzar
el lugar donde te escondes. . .
He pensado que quizá. . .
podría parar el curso
de este sol y la luna.

Mañana florecerá de nuevo
la primavera de los otros.
Y yo caminaré nuevamente,
el abismo ciego en el que te he perdido.

Porque soy una hoja más de este otoño,
que peregrinará hasta la humedad
de tu suelo. . .
su inevitable destino.

lunes, 25 de marzo de 2013

Ángel dormido








Era el ángel de tu custodia
hasta que desperté en tu boca
y bebí de tu humedad.
Hasta que rocé tu piel,
y me impregnó tu aroma
convirtiéndome en mortal.

Y rodé hasta tu averno
rompiéndome las alas,
y una gota fría
que pendía de tu cielo,
me quemó la mejilla.

Y profané las tumbas
donde fenecían mis sueños.
Y liberé los muertos
de mi felicidad.

Y tú estabas ahí,
. . . aún dormida,
sosteniéndome en tu boca.
Atrapándome en tu carne
para no dejarme volar.

Y me quedé en tu cielo,
abrazándome a tu infierno.

Y mordí de tu fruta,
para no ser ángel jamás.


lunes, 18 de marzo de 2013

Piel de otoño








Me antecede el tiempo
hurgando en mis recuerdos
como una yema inquieta
que no para de herirme.

Fui sólo un transeúnte
en tu cuerpo.
Un nómada placer
que de vez en cuando
te recorrió.

Fui quien llenó tus huecos.
El que te ungió el alma
de mí.

Fui aquél que acompañó tu sombra,
. . .esperándote.
Sombra que nunca abrazaste,
. . .ignorándome.

Hoy sólo quedan huellas,
. . .¡fantasmas!
deslizándose por el húmedo submundo
que duerme
bajo la alfombra ocre de tus hojas.

Y el otoño se adueñó de mí,
. . .y de ti.

Y se secaron  mis raíces,
. . .esperándote.
Y se cayeron tus hojas,
. . .ignorándome.

Nos regó la primavera
intentando apagar la sed.
Pero aquella flor en tu ser
falleció antes de nacer.
Fue entonces,
que mis ramas desnudas
jamás supieron que hacer.

Hoy tu piel sabe a otoño
y la mía a hojas muertas.

Demorado aún tengo
un beso en mis labios,
. . .esperándote.
Marchita tu piel
por los años,
. . .ignorándome.

 

viernes, 1 de febrero de 2013

Llueve







Llueve. . .
Y una gota absurda
se desgrana en mi frente.
Interrumpe el rumbo fijo
que llevaban mis ojos
y los hizo parpadear.

Estabas frente a mí,
. . .dibujada,
enredada en una nube.

Pude tocarte. . .
Aún tengo tu humedad
en mis manos.

Te imaginé tantas noches
recostada en esa luna.
Con tus galas blancas,
. . .embebida
en la bruma del mar.

Te soñé tantas veces
amanecida en mi sol,
que hoy no existe un arrebol,
sin que tu luna lo mengue.

Te entregué tanto de mí
que sin querer estoy aquí,
. . .mojándome
en esta lluvia sin nada.

Llueve. . .

Y una gota absurda
se desgrana en mi frente.

Y me devuelve el silencio.

Y me devuelve la luna
desvestida de tí.

Y me devuelve el sol.

Que otra vez en su arrebol,
no parará de llorar.


martes, 29 de enero de 2013

Tu piel







Esa piel . . .
tu piel,
en la que he dormido tantos sueños,
hoy desteje uno a uno
los hilvanes
que me ataban a ti.

Esa piel . . .
tu piel,
se desprende de mí,
como el vaho del labio
en el invierno.
Como esa hoja,
convertida en lágrima,
de algún árbol en otoño.

Esa piel . . .
tu piel,
ya no vive en mí.

Se fue con el adiós
y se llevó mis años.
Se llevó el secreto
que guardarían mis arrugas.
Se llevó mi vida . . .
porque después de ti,
yo fallecí.

Esa piel . . .
tu piel,
ya no me habita.

Se fue con mi ropaje
dejándome desnudo,
y ese roto retrato en el muro,
para que me pueda cubrir.

Esa piel . . .
tu piel,
ya no será como esa rosa.
Será esa llaga que arde.
Será ese hueso sin carne.
Hasta que me olvide de ti.