guardados en tu carazón.
Gritos del alma dormidos,
guardianes de tu ilusión.
Radiante luz escondida.
Prisionera de la decepción.
Volcán de furia olvidada.
En tí se anida la pasión.
Infinitos placeres perdidos,
destilados de amarguras.
Eres fuente de ternura.
Dueña de sueños cautivos.
Por sufrir tu amor te quedaste,
con el tiempo aprisionada.
Tanto amor que en tí guardaste,
oscurece tu mirada.
Mujer de labios partidos,
deja que calme tu herida.
Suelta el dolor al olvido.
Licua tu alma en la mía.
Osvaldo
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