Son tus duendes de ilusión, que quedaron clavados,
recuerdos abandonados, que habitan mi corazón.
Es tu aroma el que florece, regando las paredes,
suplicando que te quedes, esperando ese perdón.
Tu silencio es mi prisión, es tu ausencia la que duele,
tu rechazo el que me hiere y me envuelve en desazón.
Tantas lágrimas caídas, por el viento recogidas,
son tus besos que se anidan, y me traen tu sabor.
Me recuesto en el calor, de tus noches encendidas,
y en esas caricias dormidas, que me alejen del temor.
Mis ansias vuelan perdidas, en tu cielo amordazadas,
en suspiros cobijadas, de esa luz que ya ha partido.
Es tu ausencia un sin sentido, mi alegría maquillada,
en el vacío no soy nada..., soy un gigante dormido.
Cuanto espero ese perdón..., tu mirar conciliador,
que me cures el dolor, que provoca el no tenerte.
Ya he pagado por no verte, ya he sufrido por tu amor,
juntos somos el destino.., que nos separe la muerte.
Osvaldo
4 comentarios:
Ruego que sera escuchado por viene del corazon, bonitos versos amigo
Juntos somos el destino.
Me ha encantado!
Un abrazo!
Osvaldo
sentires que cual hoja arrastrada por el viento, va dejando a su paso en cada verso escrito ese dolor y esa melancolía del amor perdido
precioso poema, me encantó leerte amigo!
Gracias Starlight e Ire son siempre bienvenidos.
Buenísima tu acotación Edith..!!
Saludos a todos.
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