Poemas-Poesías-Pensamientos

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jueves, 29 de marzo de 2012

Entre rojos y sombras

 



Se visten de rojo las sombras,
aislando el sol de la calle.
Lo demás.  .  .
es solo atmósfera,
que ronda en titubeos,
de lunas y valles.

Y en ese rojo de sombras,
pesa liviano tu cuerpo en mis brazos.
Empapado en el cansancio,
de un amor furibundo.

Tan cerca de tí me encuentro,
que puedo beber,
un poco de tu alma.
Que puedo allanarte,
de caricias la espalda.

Tan dentro de tí me siento,
que puedo sentir,
el latir de tu calma.
Que puedo enjuagar,
en tu ser mis entrañas.

Entre rojos y sombras,
te encuentro.  .  .
Y agazapada tu piel  me llama,
 sordo es el grito,
que mi nombre exclama.

Entre rojos.  .  .
tus ríos son fuego.
Entre sombras.  .  .
mi sed lo apaga.

martes, 27 de marzo de 2012

Miénteme





Esta noche solo calla. .  .
 Que las palabras y perdones,
queden afuera esperando.

Desviste el alma muda,
de mil silencios pegados.

 Miéntele a tu piel y a tus temores,
como le miente el mar a su espuma,
como miente el viento en su fuga,
para que no lo atrapen los bosques.

Miénteme tú, en el sosiego
de acariciar mi locura.

Esta noche solo calla. .  .

Dibuja en mí la ilusión,
como le dibuja el alba en sus soles,
mil lunas desaparecidas.

Esparce en mí tus sabores.
Recoge en ti la ternura.
Que escurra el rojo en tu carne.
Que muera en mí tu cintura.

Miéntele tú, al deseo
 de recordar mi cordura.

Esta noche solo calla.  .  .

Que tu boca, solo roce mi nombre.

Miénteme así, sin más.  .  .
Sin esperar los perdones.
Solo miente, y me tendrás,
atado a ti sin razones.

domingo, 25 de marzo de 2012

Mil rosas

 



Empapo en tu piel mi pluma,
para escribir lo que siento.
Versos que un momento,
te plantan frente a mí.

Quizás el viento,
silbante y molesto,
te trae hacia aquí.
Colgada de una letra, 
transpirando en mi tinta,
para tan solo, verte reir.

Encuentro secos los escritos,
ávidos de beber tu paisaje.
Y en la venda
que envuelve mi herida,
siento tu mano,
como un bálsamo felíz.

Que bueno que estés aquí,
dibujada en mi papel.
Tal vez pudiendo comprender,
por que se ha marchitado mi pluma.
Que entre tantos ocasos y brumas,
se ha dejado fallecer.

Empapo en tu piel mi pluma,
para escribir lo que siento.
Y urgando en tu ser encuentro,
Mil rosas.  .  .
y ningún jardín.

jueves, 22 de marzo de 2012

Noche de locura




 La noche teje sus eslabones,
he hilvana estrellas cómplices
de la locura.

Plasmados los espéctros,
vigilan silentes, como dos lunas,
se roban algunas sombras
dejando solo harapos de luz.

Y en esas penumbras,
tus ojos duermen.
Y en ese silencio elocuente,
tu respiración se calla.

Recojo en mis yemas,
el sudor crudo de tu espalda.
Y en mi boca yacen,
todos los límites
de tu cuerpo que descansa.

Flagrantes tus poros,
denuncian la impasible ambrosía.


Disfrazados de basalto negro,
tus ojos me claman,
pero el tiempo se hace arena en mis manos.

El sol en tu frente,
anuncia mi partida.

La noche desteje sus eslabones,
y deshilvana las estrellas cómplices
de la locura.

Y te abrazas a mí,
junto al olor de tantos sueños.
Y la distancia aparece.
Y el día dice adios,
cimbreando
en mis manos apetecidas.

martes, 20 de marzo de 2012

Ausencia




Cielo infinito de negrura,
plagado de lunas cautivas 
que me dan la espalda.
Caen apagadas las estrellas fugaces,
para no dejarme  pedir
un mísero deseo.

Solo las voces del silencio
hablan por mí,
mientras deshojo el recuerdo
de este amor que corta mis venas,
hasta dejarme sin sangre.

Y esa lejanía,
 que se hace escama en mi carne,
rugiendo en un escozor
que no soporto.

Ni siquiera el espejo me refleja
para decirle en la cara,
lo solo que estoy.

Y otra vez la ausencia,
que en mis lágrimas secas,
se hará notar.

Tanto pesan las alas,
que no puedo volar.
Cuanto de tí se respira,
en cada pedazo de viento.

Mientras en mis manos,
aprieto esa ausencia,
de la que no puedo escapar.

sábado, 17 de marzo de 2012

Se que estás


 


Puedo encontrarte
en el camino que se hace el viento
entre las aves.
En las negras lágrimas de la noche.
En cada pena.  .  .
En cada derroche.  .  .
En las hojas secas
empujadas por los retoños.
En los ocasos sepias,
de cada otoño.
En la partitura rota,
de aquella música frustrada.
O escondida en los versos,
de aquel poeta que ya se ha muerto.

Puedo sentirte,
en el silencio que esconde el llanto.
En esta lluvia, que sin mojarme
se desprende callada.
En el puñal congelado,
que desafila el temple
por tanto frío calado.
O en esa gota helada,
que provoca espasmos,
en mis heridas cerradas.

Puedo verte
encrucijada en cada flor que deshojo.
Saber de tí,
por cada lágrima,
que se descuelga a su antojo.
Te veo en esos desvelos eternos
de madrugadas interminables,
donde solo el sol,
despierta mis ojos.

Te percibo, se que estás,
camuflada entre mis despojos.
Solo que no soy yo.  .  .
frente a este espejo,
que no conozco.

sábado, 3 de marzo de 2012

Sombras cómplices






Siento la esencia perceptible
de tu rastro en mi almohada.
Duendes de tu ser, 
que aún deambulan silenciosos,
bajo las sábanas cansadas.

Cristales de agua
que se cuelgan del espejo,
atesoran tu humedad y la mía,
y quien sabe, cuantos besos.

En el fondo de tus ojos,
moran los sueños que has tenido,
y en mis manos,
los cielos que he tejido.

La noche clavó su tiempo
en la madrugada,
y la luz distraída,
duerme un poco más
para retrasar tu partida.

En tu sed llevas mi sed,
y el sabor de tu alma apetecida.
La oscuridad se lleva el resto,
lo que en la luz,
no viviría.

Cuantas horas de mis días
deberán caer. .  .
para que la noche,
cómplice de sombras.  .  .
otra vez nos preste su guarida.